AÑO DE FORMACIÓN PASTORAL MISIONERA
Parroquias de Acogida
El año de formación pastoral misionera es un período de tiempo en la formación de los futuros sacerdotes, fuera de las instalaciones del Seminario, en la que los sacerdotes de la parroquia o lugar de misión, junto con la comunidad parroquial, son responsables del acompañamiento.
La vida en la parroquia permite al seminarista asumir con propiedad su vida espiritual fuera de los horarios y dinámicas del Seminario, afianzando su vida espiritual en torno a la Eucaristía, la Liturgia de las Horas y demás actos de piedad.
Es un tiempo para compartir, convivir, despertar inquietudes para dejarse interpelar por la comunidad creyente y sopesar, y tomar decisiones ante los diferentes problemas que se presentan en una comunidad, así como frente a su propia vocación.
Este año busca permitir un acercamiento más concreto a la realidad diocesana y la realización de diferentes actividades apostólicas en comunión con el párroco y los fieles de la comunidad parroquial.
La vida en medio de una comunidad, junto al acompañamiento de los sacerdotes en la comunidad, son una experiencia para fortalecer el diálogo y el trabajo en equipo con los miembros de cada lugar.
Este tiempo permite fortalecer las relaciones con las personas de ambos sexos, así como la relación con niños, jóvenes y personas vulnerables. Así mismo, es una oportunidad para afianzar la opción por el celibato en favor de la Iglesia.